Es una época difícil, muy difícil, gente enfermando, gente muriendo, hospitales abarrotados y un encierro que se alarga.
El pesimismo, a veces se apodera de nosotros, sobre todo cuando ves como se va la gente debido a este virus.
Los trabajadores de Fundación Mayores, al igual que otras personas que trabajan con este colectivo tan vulnerable, estamos viviendo en primera persona la crueldad de este bicho, como se ceba con los más débiles.
Estamos viendo enfermar y morir a nuestros queridos tutelados, nuestros queridos mayores, a las personas con las que trabajamos todos los días, las personas que son por las que luchamos en nuestro día a día, con las que peleamos por la asignación semanal, porque acepten las normas de la residencia en la que está, por las que corremos cuando son derivadas al hospital, y por supuesto, por las que corremos cuando nos piden cualquier cosa.
Esas personas que o no tienen a nadie, o los tienen lejos, que a veces, solo nos tienen a nosotros, y que cualquier gesto, te lo agracen tanto, que olvidas todos los malos ratos, que a veces se pasan en este trabajo.
La impotencia de no poder hacer nada por ellos, de que estén muriendo solos, algo por lo que siempre hemos hecho todo lo posible porque no pase, siempre hemos procurado que no les falte compañía, que en sus últimos momentos fallezcan con alguien de la mano, pero ahora no podemos hacerlo, este bicho, nos lo impide.
Las guardias se hacen duras, pero el compañerismo que se vive en nuestra Fundación es tan grande, que nadie permite que el peso recaiga en una sola persona, todos arrimamos el hombro, tomamos aire, e intentamos resolver y asimilar lo que nos va llegando, de la mejor forma posible.
En estos días, desde que comenzó la situación de Alarma, se nos han ido varios tutelados: SMJ; IDR; FCM; MPP; HLZ; ARJ; TDV; JLMG; EGS y JMBF.
A todos ellos, los recordaremos siempre, al igual que los que se marcharon ya, pero en esta situación tan excepcional, en la que se van tantos en tan poco tiempo, solos y casi sin darnos tiempo a reaccionar, veo oportuno hacerles una mención especial.
Gracias por lo que nos habéis permitido aprender de vosotros, vivir con vosotros y reír con vosotros. Siempre tendréis un hueco en el corazón de los trabajadores de Fundación Mayores. DEP.
Estamos seguros que toda esta dura situación, nos traerá muchas enseñanzas, nos ayudará a valorar lo que tenemos alrededor de una forma más sencilla y más humilde, nos replantearemos nuestras prioridades, veremos realmente lo que significa la palabra SOLIDARIDAD, la necesidad de tenernos los unos a los otros y lo importante que es vivir en comunidad.
Estamos seguros que todo este sufrimiento no será en vano, y por supuesto, que juntos, saldremos de todo esto mucho más fuertes y mucho más unidos.