Siempre debemos sacar lo positivo cuando las cosas se complican. Nadie esperaba este vaivén que nos tenía preparada la vida, en el que no debemos decaer.
Desde Fundación Mayores intentamos continuar, con la misma intensidad, la relación con nuestros usuarios y con los profesionales que los atienden, ubicados por todo el territorio regional y mayoritariamente en sus localidades natales o en localidades colindantes, tanto los que residen en su domicilio como en las diferentes residencias de mayores.
Desde la máxima precaución, hemos continuado abasteciendo a nuestros tutelados de todo lo necesario (alimentación, higiene, dinero, supervisión…) para continuar el día a día, teniendo dificultades por la lejanía y por la complejidad de gestionar recursos sin poder controlar de primera mano dicha situación. Excepcionalmente nos hemos desplazada cuando se ha necesitado.
Una de las maneras que nos está siendo beneficiosa para sentir la cercanía con nuestro tutelados, son las videollamadas, en las que podemos visibilizarnos mutuamente y sentirnos complementados.
Detectamos, que el vernos a través de un teléfono es muy nuevo para ellos y que no pueden entender cómo por un teléfono móvil podemos sentirnos tan cerca.
La cara de felicidad que muestran al vernos y conversar con nosotros nos hace valorar que esta herramienta es positiva para aumentar el ánimo y hacer que el día a día se haga más ameno. Suele definirse como una inyección de energía para afrontar estos difíciles momentos por los que estamos pasando.
Es cierto que esta situación no es fácil para nadie, pero ellos, nuestros mayores están bastante decaídos y preocupados, igual que el resto de la población, pero se aumenta aún más al estar en los centros, sin poder salir de sus habitaciones y no tener relación con nadie del exterior.
Igualmente, las personas que atendemos en domicilio se han visto afectadas, en primer lugar porque ellos mismos manifiestan que no entre nadie en su domicilio por las consecuencias que pueda traer y por otro lado, y esto de manera generalizada en la mayoría de la población mayor, porque no son capaces de entender la problemática.
También intentamos autorizar las videollamadas a familiares cercanos que estaban presentes en su día a día y a sus acompañantes habituales, con los que más tiempo pasan y por consiguiente, a los que más echan de menos.
Ha sido una muy buena idea acordar entre los centros o empleadas de hogar y la fundación las videollamadas, los usuarios manifiestan su alegría constantemente y demandan estas técnicas de comunicación diariamente, acercando a nuestros mayores a las nuevas tecnologías.
Otra iniciativa que consideramos beneficiosa para aumentar el ánimo en nuestros mayores, fue elaborar cartas personalizadas y enviarlas a sus centros o domicilios por correo, además de fotografías, dibujos y escritos que hemos recopilado de entre niños y jóvenes que respondieron a nuestra iniciativa a través de las redes sociales.
Los mayores son la población que nos ha visto crecer y nos ha enseñado el día a día, por lo que los cuidaremos con todo nuestro empeño.