“¡Feliz!, ¡feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!”
Charles Dickens.
Llega la navidad y con ella el sentimiento de solidaridad, generosidad, humildad, familia, paz, amor, amistad, unión, gratitud y por desgracia, mucha soledad. Quiero centrarme en estos dos últimos sentimientos: La gratitud y la Soledad
Desde mi experiencia en Fundación Mayores he conocido la soledad que sufren las personas mayores, el abandono y su deterioro y que, desde Fundación Mayores en todo su conjunto, intentamos paliar día a día con esfuerzo, trabajo, constancia y perseverancia.
Durante todo el año acompañamos a nuestros mayores, pero en estas fechas, en especial, intentamos que todos estos sentimientos navideños lleguen a nuestros mayores y sientan ese cariño, amor, diversión, familia y unión. La SOLEDAD no puede ser el premio a toda una vida y por ello se merecen vivir la alegría e ilusión de estas fechas. Algunos tutelados han escrito sus cartas de reyes y parece que los regalos están en camino.
Hablemos ahora de la gratitud. Ayudar a los necesitados es un deber de todos. He sentido en mi experiencia, como trabajadora de la Fundación Mayores y como voluntaria, que no doy a nuestros mayores ni la mitad que ellos me aportan a mí, me explico; llegar a una residencia y ver como corren hacia ti cuando te ven con los brazos abiertos, como te miran y te dicen “estoy muy contenta” “te quiero mucho” “¿Cuándo vuelves?”.
Con tan poquito que he dado y ellos se han beneficiado tanto … pero realmente he descubierto que quien gana soy yo; me aportan felicidad, salgo con el corazón lleno de alegría y de bienestar y sobre todo me doy cuenta de que soy una privilegiada por estar rodeada de personas en mi vida y tener una familia. Valoras más lo que tienes e intentas quejarte menos de problemas que al lado de los de ellos son simples “problemillas”.
Por todo ello, quiero dar las gracias a ellos, nuestros mayores y a todas las personas que, de manera desinteresada, ayudan a los demás y hacen de este mundo un lugar mejor.
Ojalá, estos sentimientos navideños perdurasen durante todo el año, una vez que desaparecen las luces, los regalos, los adornos navideños etc.